La viñeta que acompaña este artículo sobre el marketing online futuro (de http://tomfishburne.com, un gran sitio) me han me ha hecho recordar el maravilloso libro «Viaje a un planeta Wu-Wei» de Gabriel Bermúdez Castillo.
En él, al principio del libro el condenado Sergio está encadenado un poste esperando la ejecución de su sentencia, y la publicidad surge a borbotones a su alrededor, sin importarle su condición terminal e intentando venderle productos variopintos (si no recuerdo mal, donaciones, vacaciones, esquelas…)
La viñeta de Tom Fishburne va en una línea parecida a la expuesta por Gabriel Bermúdez ya en 1976 (sorprendente, ¿eh?, así es la buena ciencia ficción y en este caso española). Mientras el pobre John Anderton pasea por el súper, carteles «a medida» le ofrecen productos para la incontinencia, hemorroides o le sugieren leer libros «rosas». Por supuesto, en público y para vergüenza de John.
Estoy bastante seguro que el 99% de los usuarios no somos conscientes de que cuando hacemos una búsqueda en Google, Facebook o LinkedIn, estos «amigos» nos proporcionan resultados «preparados» para nosotros, debidos al conocimiento que tienen de nosotros mismos, ya sea otorgado o «asumido».
Haz la prueba. Teclea en Google: Restaurante. Verás como la primera entrada NO es lo que esperarías del genérico «restaurante» y es propaganda sobre un restaurante cerca de donde estás. Seguramente no es el mejor restaurante, pero es quien más ha pagado a Google para aparecer primero.
Al principio, Google nos presentaba una búsqueda 100 × 100 resultados. Según ha evolucionando el tiempo, las búsquedas de Google son cada vez más publicidad y cada vez menos resultados. ¿Adónde vamos a llegar? La tecnología es buena si se utiliza para dar resultados que sean más interesantes para nuestro perfil, pero ¿hasta qué punto la ética no chocará con el dinero?
Si repito en Bing la prueba del «restaurante«, la respuesta es sutilmente distinta. La primera entrada es Wikipedia. La segunda entrada es para Páginas Amarillas (lo que en un país como España puede tener sentido) y la tercera es para Atrapalo.com. Como Google, tampoco nos resalta las diferencias entre los resultados de buscador y resultados subvencionados.
Con esta entrada pretendo pensar un poco sobre el modelo de negocio de Internet y adonde está llevando el «todo gratis» que empapado la red. Evidentemente las empresas como Google, Facebook y LinkedIn dan un servicio y como ya sabemos, si alguien nos da un producto gratuito durante mucho tiempo, es que el producto somos nosotros. Tienen nuestros datos, nuestra información y nuestros gustos. Lo utilizan y esto no es malo, siempre que lo tengamos claro. Pero no está muy claro y Google empieza a «borrar» la frontera entre lo ético y lo no ético, entre lo claro y lo oscuro. ¿Con estos resultados, nos ayuda o nos manipula?
Cuidado, Google. Quizá estés pasándote de la raya…
PD: Y por favor, leed «Viaje a un planeta Wu-Wei» de Gabriel Bermúdez Castillo. Es maravilloso: Ameno, profundo, divertido, irreverente, siempre cambiante y con un final sorprendente.