Overclocking es el proceso por el que se aumenta la velocidad del reloj de algún componente de un ordenador o sistema para aumentar su rendimiento por encima de la velocidad recomendada por su fabricante.
Todos los dispositivos digitales del mundo, funcionan con una señal de «reloj», que cambia de 0 a 1 unas veces por segundo, y esa señal es la que sincroniza y marca el momento para hacer los cálculos en un ordenador. Los primeros micros de Intel de los años 70 funcionaba a ritmo de «caracol» como por ejemplo los 740Hz del i4004 (o sea, 740 veces por segundo procesan datos).
La noticia que me ha hecho recordar este proceso es el último record de velocidad obtenido en un chip AMD refrigerado con nitrógeno líquido: Nada menos que 8.7Ghz. 11.000 veces más rápido que el primer chip de Intel
Llevo mucho tiempo practicando el overclocking en mis dispositivos. Ya no recuerdo el año, pero publiqué un artículo en la revista Jumping con este tema en la época de los primeros Pentium (de hecho, he aprovechado para rescatarlo mediante http://web.archive.org/ y subirlo a este blog como histórico). Está en http://blog.raulperezanton.com/Historico/Overclocking.html en un formato horrible, pero bueno 😉
Para resumir la situación sobre Overclocking hoy en día, primero voy a contar muy brevemente los hechos, para después hacer un resumen por dispositivos actuales y si vale la pena o no.
Hechos sobre Overclocking:
- Riesgo: En general, NO es arriesgado y NO suele dañar a ningún dispositivo. Diga quien lo diga, y a pesar de lo que podáis leer por internet. Los dispositivos electrónicos son sensibles, pero no tanto y desde hace unos años cualquier CPU del mercado tiene autorregulación y si se caliente demasiado se apaga. Lo que podéis conseguir son cuelgues, bloqueos y problemas para arrancar si dejáis fija una velocidad demasiado alta, pero siempre deberías poder volver a la velocidad anterior.
- Velocidad: El aumento de velocidad es lineal con el aumento de ciclo. O sea, si un procesador funciona a 1Ghz y lo subimos a 1,1Ghz SIEMPRE aumentaremos el rendimiento de esa CPU un 10% más.
- Dificultad: Hacer un Overclocking es desde muy sencillo a muy difícil. Históricamente algunos PCs clónicos (o de marca incluso) han dejado opciones para aumentar la velocidad incluso por defecto. Estos son los casos muy sencillos. Sin embargo, otros dispositivos cerrados hacen casi imposible realizar un cambio. Cada aparato es un mundo.
- Cualquier componente se puede forzar de velocidad: No solo los procesadores se pueden aumentar. También la memoria RAM, las tarjetas gráficas, los buses de datos, las controladoras de discos, los routers de Internet, las tablets, los teléfonos… Todo.
- Hacer un Overclocking es gratis. Si se puede hacer, es la manera más rápida, directa y efectiva de aumentar el rendimiento de un sistema informático. Cambiando un parámetro, ejecutando un programa, haciendo root… «Gratis» tendremos más. El único efecto será un mayor consumo de energía (a mayor velocidad, mayor calor disipado).
En cuanto a las realidades:
- Hay que balancear: subir la velocidad un 10% de la CPU NO es subir la velocidad del ordenador o del móvil un 10%. En el rendimiento de un sistema, influye no solo la CPU, sino la memoria RAM, el Disco Duro, la tarjeta de vídeo… Si queremos jugar a un juego 3D y todo el trabajo lo hace la tarjeta gráfica, aumentar la velocidad de la CPU no va a mejorar lo rápido que funciona el juego. Igualmente, si tengo 1 GB de RAM y mi Windows continuamente está esperando al disco duro para cargar datos, si la CPU es más rápida, estará esperando más tiempo.
- Ya es standard: Los micros actuales, muchas veces ya se overclockean solos. Los últimos chips de Intel, por ejemplo, varían su velocidad en función del calor que generan. Si durante 1 ó 2 segundos necesitan mucha potencia, se suben a su límite «teórico» hasta que tienen que bajar o desconectar «cores» para no generar más calor. Esto se llama Turbo Boost.
- Los móviles y tabletas se pueden overclockear. Pero no están limitados por CPU normalmente. O están esperando que la red 3G devuelva datos, o están abriendo una aplicación de la tarjeta SD o de la memoria Flash interna, o si tienen poca RAM (como mi querido Xperia U) están continuamente cerrando y abriendo aplicaciones. Por eso aumentar un poquito la velocidad de su CPU no sirve para casi nada en la vida real.
- Piensa a lo grande: Un aumento de un 10-20% en un componente individual, no se nota. Para que sea notable, se necesita un 40-50% de aumento. Hace unos años tuve un Intel Celeron a 300Mhz aumentado a 450Mhz. La diferencia era más que notable. Pasar de un disco duro normal a un SSD es un aumento del 1000% en tiempo de acceso y se nota mucho. Instalar una tarjeta 3D en un ordenador sin ella es brutal. Pequeños aumentos, no sirven.
- Casi cualquier aumento de velocidad mediante overclocking «normal» es placebo. Internet está llena de comentarios ensalzando los aumentos conseguidos. No es que sean mentira, pero hoy por hoy los resultados prácticos no valen la pena.
Y, como conclusión mía: Lo importante es el viaje, no llegar al destino. Seguiré overclockeando casi todos mis dispositivos. Aunque no valga la pena, me divierto mucho probando y viendo hasta donde pueden llegar. Es la mejor manera de aprender: Tocando. En cuanto encuentre la manera de meterle mano al MacBook Air… 🙂
PD: Cualquier cambio u overclock en tu dispositivo es bajo tu responsabilidad. Yo no tengo nada que ver con lo que hagas…
Interesante, aunque discrepo en una cosa, y es que el overcloking, por lo general, es bastante complicado, y no lo es sólamente porque el dispositivo sea «cerrado», sino, sobre todo, porque para que sea efectivo, debe ser realizado en múltiples componentes. No basta con hacer overclocking, por ejemplo, de la CPU. Este aumento de frecuencia debe ir acompañado de un aumento (o en algun caso incluso disminucion) de la frecuencia de refresco de la RAM, de la GPU, del FSB, etc….y lo que ya realmente es la pera, es hacerlo todo bien, es decir, que todo vaya «acompasado». Si no se hace asi, podremos tener 2 efectos; el primero es que no notemos nada, y el segundo es que se nos cuelgue continuamente todo.
Afortunadamente, desde hace varios años, existen utilidades muy buenas, tanto externas a los dispositivos (programas de ayuda), como internas (en placa base, o en el propio driver de una trajeta gráfica, por ejemplo), que nos ayudan a ajustar varios de estos parametros a la vez.
Hola Migue,
Entonces, no discrepas 🙂 Lo que yo había puesto: «Hacer un Overclocking es desde muy sencillo a muy difícil» y «Un aumento de un 10-20% en un componente individual, no se nota». Básicamente, lo mismo que tú indicas.
Lo que insisto es que depende muchísimo del dispositivo. En algunos vale la pena, y en muchos no. Pero yo me lo paso bien 🙂
Un abrazo y encantado de verte por aquí 😉
Raul
Un buen descubrimiento el blog……estas hecho un fricazo 😉