¿Y ahora que hago? Me pregunto… Bueno, pues empiezo por mirar el HW: El disco duro libre (unos 210GB), la RAM, los cuatro «cores» virtuales del i5… Todo según lo esperado. Después intento explorar internet y arranco el Safari. Muy bonito, pero la verdad es que la pantalla la veo bastante pequeña, y me asalta una pequeña duda: ¿Me habré equivocado con el modelo de 11″? Le doy al botón de maximizar y Safari pasa a pantalla completa. Esto es otra cosa… Ocupando la pantalla completa está «bien», pero en Windows eso de usar la pantalla completa nunca ha funcionado bien, ya que no puedes tener la barra de inicio, ni los botones de Maximizar/Minimizar. Sin embargo, en OSX viene al rescate un desconocido para mi: El TouchPad de Apple es el mejor TouchPad que he tocado nunca (y de largo).

El tamaño del TouchPad del MacBook Air, su velocidad de respuesta y la gestión de los multigestos es fantástica. El resumen es que con tres dedos a la izquierda o la derecha cambias entre aplicaciones a pantalla completa, con dos dedos a la derecha o a la izquierda se vuelve atrás en páginas web o adelante y con un dedo se maneja el ratón. Estos gestos facilitan de una manera increíble el manejo y tu velocidad (y la productividad) se multiplica. No se puede explicar, hay que verlo…

Una vez probado el Navegador y me empiezo a familiarizar con el cambio de ventanas, llega el tema de la batería. Cuando he abierto el ordenador estaba al 65%, más o menos a las 18.00. Llevo una hora tocando y ha bajado al 50%. Me adelanto al final del primer día, pero a las 11 de la noche (o sea, 5 horas después) la batería se agotó. No estuve a todo todo el rato con él, pero sí bastante y me aguantó casi 5 horas… Uf…Suena bien

Entonces llega el momento de darle caña: Le coloco dos máquinas virtuales, empezando por un Linux Ubuntu de 64 bits y un Windows XP. La experiencia con Ubuntu es sorprendente. Funciona a la velocidad de la luz, arranca en 8/10 segundos y la verdad es que no noto ninguna diferencia con respecto a mi anterior portátil usando Ubuntu en forma nativa. Y claro, viene la magia: Tres dedos a la derecha en el TouchPad y paso a OSX. Cambio de ordenador como si fuera pasar del NotePad al Buscaminas, de manera totalmente suave y las dos máquinas funcionando perfectamente. Además, Ubuntu gestiona la CPU exactamente igual que OSX y cuando el Linux está «quieto» sin ningún tipo de actividad, las CPUs del MacBook Air no muestran trabajo (lo que sospecho que redundará en batería ahorrada…)

La experiencia con Windows XP es un poco distinta: Es un SO ya instalado, de una máquina que hace tiempo fue física y que virtualicé cuando el disco duro anterior se estropeó. Tiene mucho instalado y herramientas de trabajo. Arranca mucho más rápido que cuando era un virtual (el disco duro SSD se nota) pero tiene mucha «porquería». Tras pasarme un rato desinstalando software, la dejo más o menos limpia, la defragmento y arranca más o menos rápido, pero de 30 segundos no baja. Además, siempre que está en marcha la CPU del MacBook Air está con actividad, aunque aparentemente el Windows XP no haga nada… Cosas de los Windows antiguos… En todo caso, el funcionamiento del sistema es perfecto con el Ubuntu, el Windows XP y OSX funcionando a la vez: Ni usa sola ralentización en ninguno de los tres entornos. Impresionante para el chiquitín…

En la siguiente página comento mis valoraciones sobre el MacBook Air.