Anoche vi «El Hobbit», en versión original y 3D. La verdad es que la experiencia me resultó fascinante. Así si que vale la pena ir al cine (y pagar) para ver un espectáculo de mucha intensidad, cuidado de manera exquisita de principio a fin.
Me pasó cuando fui al concierto de Extremoduro y lo volví a pensar anoche: La «crisis» de los artistas es una crisis de personal pasado de moda, cuyas canciones, cuyos conciertos o cuyas películas no interesan a nadie. Normal que Rosario no venda discos: Lleva 20 años haciendo lo mismo y nunca con demasiado éxito. Pagué 30 euros por ver a Extremoduro, y salí deseando irme a Bilbao o Barcelona para verlos de nuevo. Anoche pagué 11 euros para ver «El Hobbit» y lo vi junto con una chica que lo veía por segunda vez esta semana.
No es que no queramos pagar, es que no queremos pagar por ver basura.
Raúl
PD: Sobre la película en sí, totalmente esperado y sin sorpresas desagradables. O sea, una experiencia visual y de inmersión fascinante. El único «reproche» es que no tiene el toque «infantil» que tenía el Hobbit como libro y la película tiene la misma solemnidad que el Señor de los Anillos. El resto de 10: Los personajes excelentes (y Bilbo mucho mejor que el flojo Frodo), la historia ágil y siempre fascinante, la ambientación perfecta y el 3D espectacular. Lo recomiendo al 100%